martes, 31 de mayo de 2022
A responder
lunes, 30 de mayo de 2022
Mentir a sí mismo
domingo, 29 de mayo de 2022
Preámbulo al desastre
- Señora. Su hijo se ha vuelto más retraído. Ensimismado. Los profesores están preocupados y han tratado de integrarlo con el grupo. Él se niega rotundamente a hacerlo.
sábado, 28 de mayo de 2022
Le cortaron las alas
viernes, 27 de mayo de 2022
Solución calculada
jueves, 26 de mayo de 2022
Presagio
- ¿Por qué la pequeña dice eso?
- Es como una costumbre. Lo hizo una vez con el papá y otra con el abuelo.
- Pero ellos desaparecieron, ¿no?
- Sí. Fue lo último que escucharon antes de hacerlo.
miércoles, 25 de mayo de 2022
Mérito
martes, 24 de mayo de 2022
A eso se le llama estrategia
lunes, 23 de mayo de 2022
Y al bajar la cabeza
domingo, 22 de mayo de 2022
Una vez al año no hace daño
sábado, 21 de mayo de 2022
Irremplazable
viernes, 20 de mayo de 2022
Desbloqueado
jueves, 19 de mayo de 2022
De un solo tajo
miércoles, 18 de mayo de 2022
La vida en fragmentos
Se acostó en la cama con la mayor delicadeza posible, al tiempo que se acobijaba y se aseguraba de que él no solo no se despertara, sino que el frío no se colara por algún lado. No podía hacer más que cuidar del sueño del hombre que amaba profundamente y con el que pasó, pasaba, y pasaría el resto de la vida. Sin embargo, ignoraba que, desde la puerta, su hija mayor la miraba con ternura y tristeza, pues un choque de emociones me mezclaba en su interior, al ver como el mismo alzheimer que la hacía olvidar hasta su propio nombre, también revivía con total nitidez, aquellos momentos de amor y devoción que demostró a su padre en vida.
martes, 17 de mayo de 2022
Vida práctica
lunes, 16 de mayo de 2022
Dulce vocación
domingo, 15 de mayo de 2022
Razón posmoderna
sábado, 14 de mayo de 2022
Una voz de aliento
viernes, 13 de mayo de 2022
Lo esencial
El misterio provenía de sus ojos, de sus cejas, de sus labios y su sonrisa, de su voz y de sus gestos; de su piel y la forma de su rostro; de sus manos y su vitalidad, de sus palabras que mecían mi corazón, y sus caricias que aliviaban mi espíritu. Provino también la revelación, cuando me dijo que de origen Sara antes era Andrés. Cosa que a la larga no me importó, porque mis sentimientos iban más allá de su cuerpo; yo ahora amaba su alma.
jueves, 12 de mayo de 2022
A veces las cosas no cambian
miércoles, 11 de mayo de 2022
Las propiedades del amor
martes, 10 de mayo de 2022
Consecuencias
lunes, 9 de mayo de 2022
Sueño frustrado
En esta época sus gustos simplemente eran equivocados. Había sido influido por los elfos de Tolkien, de Hennen, De Mari, incluso por el doméstico de Rowling. Pero, al final, renunció del todo a terminar su más amada y mayor obra de literatura fantástica. ¿Por qué? Bueno, ante la duda del rechazo continuo de su borrador, no solo por parte de las grandes casas editoriales, sino también las más pequeñas e independientes, decidió compartir el primer capítulo en sus redes. ¡Crasso error!
En un primer momento lo acusaron
de tomar como modelo al hombre blanco y colonizador; incluso insinuaron que
rayaba en el ideal de los nazis. Tales críticas le hicieron modificar el tono de
piel de algunos personajes. Poco después, resaltaron el contenido machista,
tanto por la cantidad de hombres, como por el hecho de que el gran villano era
una mujer. A esto se anexaba el señalamiento de que las intervenciones
femeninas eran mucho menos. Esto le tomó un poco más de tiempo de rehacer, pero
lo logró de manera satisfactoria.
Después vino un odio encarnizado,
por no ser suficiente inclusivo. Según los comentarios, prácticamente todos los
personajes tenían bellos cuerpos, lo cual no retrataba la realidad tal cual era,
al igual que toda relación amorosa era meramente heterosexual. Si bien al
principio se cuestionó el cómo ellos podían saber qué un elfo, y otras
criaturas fantásticas, salidas de la imaginación, debía tener x o y cuerpo,
como x o y orientación sexual, terminó por acceder, no sin días y días de
trabajo, en una lucha para no perder la lógica de fondo.
El golpe de gracia vino cuando,
en una nueva arremetida, le criticaban que todo se llevar a cabo en medio de
una guerra. Porque eso no era únicamente un retrato del odio. No. Debido a su
figura de escritor, tenía una responsabilidad social, y centrar el argumento de
su obra ello era igual al promoverlo. Esto continuó con las escenas eróticas,
por su tono sexual; los diálogos, por utilizar palabras que sonaban ofensivas; con
las referencias a lugares y ropa, por apropiación cultural; Incluso existió
muchos ataques a ciertos animales de carga o mascotas, porque fomentaba el
maltrato animal.
Si bien sabía en su fuero interno
que dar gusto a todos por todo, acerca del contenido de su obra, era el primer
y único real error que no debía cometer, también era cierto que el nunca
recibir un por qué al rechazo continuo de su obra por parte de las ya nombradas
editoriales, lo llevaba a un desvelo mayor que aquellas continuas
modificaciones a las cuales sometía su libro. Sin embargo, lo que terminó por
hacerlo renunciar del todo, fue cuando una ola de detractores lo atacaron
porque, de tanto modificar lo que había escrito, lo consideraban poco o nada
original, y los pocos aciertos que había tenido con anterioridad (no estaba
seguro de cuales), habían sido erradicados solo para agradar a los estereotipos
que venden y “hacen ruido”.
Ya derrotado, y sin esperanza
alguna de sentirse bien con esa quimera que solo le traía notificaciones
negativas, ni siquiera le subió, un ápice el ánimo, cuando Disney lo contactó
por los derechos de su obra (querían verla completa, pues apenas lo escrito les
gustaba), ya que respondía “a las necesidades sociales del momento”.
domingo, 8 de mayo de 2022
Síntoma no esperado
sábado, 7 de mayo de 2022
Algún día
viernes, 6 de mayo de 2022
Más allá de la pasión
jueves, 5 de mayo de 2022
En busca de la redención
Bajó la cerveza por su garganta hasta acabarla de un solo halón. Esa última botella la que sentía necesaria para envalentonarse lo suficiente. Aceleró tratando de mantener la calma todo el camino. Tomó la 11 y luego la 13 en dirección sur, esperando que la noche fuera la leal compañera que lo protegiera de todo mal. ¿Pero cuál mal exactamente? Estaba claro. El de los impíos. El de los contranatura. El de aquellos que renegaban abiertamente en contra de la creación divina y de la correcta moral.
Fueron casi dos horas de viaje,
amén por el lapso nocturno donde las calles y carreras bogotanas son tan
limpias como los primeros días de cuarentena. En todo el camino nunca volteó para
mirar atrás. Ni siquiera el retrovisor llegó a reflejar su mirada. Era la
fuerza de la convicción de que Dios lo acompañaba. Que nunca lo abandonaría.
Que pasara lo que pasara, él estaba del lado correcto; a la diestra, del grupo
de los buenos. Porque todo el mal del mundo se materializaba de tantas formas,
que solo quedaba la voluntad pura de un buen cristiano para mantener la compostura.
Pensamientos de este corte se
mantuvieron en un mantra constante, ininterrumpido, a tal punto que, al llegar al
gran pastizal, de manera mecánica, abrió la parte trasera del auto, arrastró el
cuerpo y lo tiró con todas las fuerzas que le daba su creencia.
El hombre en cuestión estaba amordazado;
cosa innecesaria por la inconsciencia. La dosis que le había dado era
suficiente para dejarlo dormido por toda la noche, sin embargo, prefería
asegurarse. A pesar de llevar cuatro víctimas, de las cuales ninguno llegó a
despertarse, era mejor prevenir que lamentar.
Detrás de una urbanización, tal
vez la más alejada de donde había secuestrado a su víctima, como de su propia
casa, se encontraba un profundo hueco muy bien camuflado. Le había tomado meses
de pequeñas paradas y cortos minutos. Un trabajo calculado y paciente, como
todos los anteriores. Un trabajo necesario para expiar la corrupción del mundo
que llegó a entrar en su cuerpo.