martes, 10 de mayo de 2022

Consecuencias

La cara del hombre era una canción. Una que escuchaba a menudo, después de que, satisfecha, se vestía, tomaba sus cosas y se iba.

- ¿Por qué no te quedas a un arrunchis?

Su mirada lo fulminó. No había necesidad de gesticular respuesta.

Mientras bajaba en el ascensor, cortó de lleno las lágrimas que luchaban por salir. Se concentraba en ese sexo duro, cochino pero delicioso que podía disfrutar y al que comenzaba a acostumbrarse. Después de todo, ya había perdido la cuenta de las veces que gestos similares al bobo que dejaba allá arriba, eran acompañados de promesas falsas y faltas reales.

- Ya no me queda amor del lindo – susurró para sí misma.

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