miércoles, 11 de mayo de 2022

Las propiedades del amor

Solo hasta que vio que la primera gota le corría entre la mano, para finalmente estrellarse abruptamente contra el suelo, el chico entendió que, por más que apretase, el amor no era algo sólido; era acuoso, maleable, mutable. Pero era demasiado tarde. Ejerció tanta presión que, aquel tesoro, terminó por esfumársele entre los dedos.

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