viernes, 13 de mayo de 2022

Lo esencial

El misterio provenía de sus ojos, de sus cejas, de sus labios y su sonrisa, de su voz y de sus gestos; de su piel y la forma de su rostro; de sus manos y su vitalidad, de sus palabras que mecían mi corazón, y sus caricias que aliviaban mi espíritu. Provino también la revelación, cuando me dijo que de origen Sara antes era Andrés. Cosa que a la larga no me importó, porque mis sentimientos iban más allá de su cuerpo; yo ahora amaba su alma.

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