Con dificultad María se ajustó la
falda del colegio. Tampoco fue fácil acomodar el saco. Incluso, le costó algo más
de esfuerzo las medias, los zapatos y el amarre de los cordones. Complacida con
el resultado, se hizo dos moñas como siempre, con raya al medio, y colocó un
par de hebillas a los pelos rebeldes. Maleta al hombro, con útiles escolares y
los papeles listos, salía de su casa algo nerviosa, algo feliz, algo inquieta, mientras
bajaba la loma cuidadosamente y acariciaba su abultada barriga, porque después
de clases tenía su primer control en Profamilia.
miércoles, 23 de marzo de 2022
Su primera vez
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
está bueno...
ResponderEliminar