miércoles, 27 de julio de 2022

Todo queda en familia

El problema con mamá no era su vida libertina. Entendíamos, como hijos, que, a pesar de todo, merecía rehacer su vida como mejor le pareciera. Ni siquiera nos importó mucho el que frecuentara la compañía de un hombre u otro en cada en ocasión. No. Lo que nos afectó fue cuando, a continuación de una conversación pasada de tono con el de turno y sin un solo trapito puesto, y después de casi cinco minutos de un show (bastante profesional según mi tío), se dio cuenta que había hecho la videollamada al grupo de la familia.

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