domingo, 5 de junio de 2022

Por algo pasan las cosas...

La carta de despedida afirmaba que Dios la había llamado. Que las señales eran incontrovertibles, pues no solo el fin de los tiempos había llegado, sino que su misión en esta vida se le revelaba y debía partir de este mundo.

Dejó tras de sí a dos niños, una pequeña mascota y a su madre que le ayudaba con los pequeños. Sin embargo, más allá del dolor de tal pérdida, su madre aceptó a plenitud la decisión tomada, pues al final de cuentas, ¿no son misteriosos los caminos de Dios?

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