viernes, 19 de enero de 2024

Renacer

Al intentar alejarse, por esa preocupación tonta de no estropear el saco escolar, ella simplemente esfumó los miedos al abrazarlo con más fuerza. Y él, abriéndose del todo, no intento resguardar las lágrimas. Estas continuaron su fuga caudalosamente por sus mejillas.

No sentía pena. Los prejuicios volaban y desaparecían en la lejanía de la nada. ¿Por qué debía importarle? ¿Acaso no son las lágrimas una manifestación más de felicidad y no solo de dolor? Y para él, era más que justificado.

La suavidad de sus labios, el dulce de su aliento, la candidez de sus mejillas, el roce de su cuerpo, eran un todo mágico, un todo único, un todo. Por qué sí, las palabras llegaron a su oído en un leve y precioso susurro: Te amo.

¿Su corazón no soportaría tal felicidad? Por su puesto que sí; borrarían para siempre de su ser los labios sucios de su tío, el agrio aliento de su padre, el horrible rostro del amigo y el asqueroso roce de su a abuelo.

viernes, 12 de enero de 2024

¿Qué era?

El golpe en la puerta no sería nada especial, si no estuviera seguro de ser el último humano en la tierra.

Racismo

Lo único que quería en la vida era no ser discriminado por su tono de piel por esos asquerosos blancos.

viernes, 30 de junio de 2023

Ahí estaba todo

El papel pasó de mano en mano entre los adultos. Ella, contenta, sabía que eso era algo bueno. ¿Acaso no era genial que su dibujo fuera el centro de atención de todos los profesores? La felicidad comenzaba a colmar su pequeño corazón. ¿Habría sido los múltiples colores que usó? Se preguntó. ¿Tal vez que estaba toda su familia, incluido su perrito Jaime? No. ¡Ya sabía que era! Estaba segura: las bellas alas que agregó a mamá. Utilizo varios tonos azules y el blanco que es tan difícil que se vea cuando se usa; se había esforzado mucho en ellas. Pero de tantas otras cosas como el sol radiante, el césped vibrante, o la cálida casita de colores crema, lo que realmente interesó a su directora de curso, la sicóloga, otros tantos docentes como a directivos ese mismo día, fue el retrato de la madre. Sí, con esas hermosas extensiones blancas y azules que simulaban plumas, pero en un cuerpo coloreado de rojo y en la cajuela del auto.